En una casa vivían un padre, una madre, tres hijas, un gato, un perro y dos hijos. Pero también vivían una puerta de madera y una ventana de metal. Los de la casa no sabían que la puerta y la ventana estaban vivos. Un día, dijo la puerta:
-Ay, ¡Qué útil soy! Sin mí, la gente se quedaría encerrada en las habitaciones.
-Pues yo soy más útil que tú. Sin mí, la gente no podría nunca asomarse al balcón, ni a la ventana.
-¡¡Pues no!!
-¡¡Pues sí!!
Entonces, como seguían discutiendo, la ventana propuso:
-Vamos a hacer una prueba. Tú estás 1 año sin abrirte y yo lo mismo. La que primera arreglen, es la que primero necesitan. ¿Qué opinas?
-Pues que vale. Pero te advierto de que vas a perder.
Estuvieron 2 meses sin abrirse. Llamaron a los "arregladores de puertas", pero no pudieron abrirlas.Así que los padres, (que tenían muy poca paciencia) las tiraron al vertedero.
-¿Lo ves? -dijo la puerta-. Todo por tu culpa.
-¡No te quejes! -la respondió la ventana-. Por lo menos hemos aprendido una importante lección. -¿Cuál?
-Que si no hacemos nuestro trabajo, la gente no nos querrá.
-Sí, tienes razón........
Un vagabundo las recogió y las llevó a su casa. Y jamás faltaron a su deber.
HECHO X ALBA D.M.
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