ROSA Y NATALIA

En Ruperto Medina había una profesora de matemáticas que se llamaba Rosa. Le daba clase a quinto y sexto. A Natalia siempre la estaba suspendiendo sin motivo. Un día, a Natalia le pusieron un cero en un examen que pódría haber sacado un 9, así que la niña se fué a donde su padre y le dijo:
-Papá, papá, he hecho este examen de un nueve y me han puesto un cero.
-Ay hija, no seas pesada, si ya te ha puesto esa nota tan mala será por algo más: Que no haces los deberes, no te portas bien en clase, tienes el cuaderno muy sucio, no estudias... No te creas que la profesora te va a poner esa nota sin motivos. Ah, por cierto......¡Estás castigada por lo del cero!
Como su padre no le hacía caso, Natalia se fué a donde su amiga Juanita.
-Rosa siempre me está suspendiendo y eso que hago todo bien.
-Bueno, a mí que me cuentas. A todos nos pasa lo mismo. Creemos que lo hacemos todo bien pero en el fondo Rosa sabe más que tú y será por algo lo que te ha puesto esa nota.
Natalia, como no la hacían caso, fué a hablar con su profesora:
-Oye, Rosa, Los exámenes siempre los hago bien y siempre me suspendes. ¿Por qué?
-¿Qué dices' ¡Sí en el último examen te he puesto un 9´5!
-¡Cómo?
-Sí, y en el anterior un 8, en el anterior del anterior un 10....... no se de qué te quejas, vete a jugar.
-Pero mira los exámenes, todos suspendidos.
-Anda, es verdad. Perdóname, Natalia es que a veces cuando corrijo se me nubla la vista o se me olvidan las gafas en casa y no pongo bien las notas.
-Sí, vale, pero habla con mi madre porque no se va a creer que tengo razón.
-Bueno, vale, adiós.
-Adiós, profesora Rosa.

*ALBA 6ºA*